Quizás hoy en día no entendamos como se dan las cosas en la sociedad, pues tendríamos que hacer ese curso ficticio del idiota perfecto para poder al menos tener una sintonía más palpable con este tema. Sales a la calle y miras como la gente actúa como robots drogados, caminan sin estilos, se les ve amotinados tal vez por el sol, han perdido la educación y más que todo se creen jugadores de football americano porque te empujan como si lleváramos en la espalda un cartel que dice: Heeyy Pendejo ¡Pateame el trasero!
Lo más burdo de la situación y es lo que le da el toque sexy a toda esta sarta de estupideces es cuando por ejemplo te miran feo y más si estas por el centro, te lanzan esas miradas con filo de cuchillo que te hacen cortes en la cara y en la ropa y más si esta ha sido comprada en la famosa tienda Traki, como si comprar allí fuese un pecado o te dará cáncer, por eso miro al cielo y le pregunto a Dios: ¿Es un pecado comprar en Traki? porque parece un estigma social y lo peor es que quienes critican a los Trakifans son los que más compran allí.
Veo a muchos viviendo vidas que no les pertenece, vidas que son manejadas por los hilos de la incertidumbre y la paranoia, vidas a veces tan inverosímiles que pareciera que el guión lo escribió Edward manos de tijeras. Si pensamos por un momento en como actuar de manera racional, de manera infalible a la hora de medirnos con otros estilos de vida no seriamos tan profesionales metiendo la pata, no amohináramos a muchos, seriamos conscientes de que el simulacro de suicidio terminó hace tiempo y que ahora estamos actuando en la realidad sobre las tablas de lo desconocido.
Leidequer Duben.
No hay comentarios:
Publicar un comentario